La verdad es que cuando iba en los 7 km ayer me sentía animicamente cansado, y me conformaba con pensar que los 7 km restantes para alcanzar la meta eran de bajada. Miré mi reloj y me percaté de que el tiempo era el mismo hecho al llegar a la meta de la primera corrida 7 K (36 minutos), pero en subida y no en plano. En ese punto varios corredores que iban detrás mío me pasaron con facilidad, por lo que deduje que tal vez había partido con un ritmo más elevado del que me correspondía y en un momento pensé en abandonar. Pero la parte optimista que se enciende en mi mente en los momentos difíciles me dió la fuerza para continuar hasta el final, y también la presencia de mis compañeros de entrenamiento que iban en las mismas condiciones físicas y mentales que yo. Lo hicimos y lo hicimos bien.
Seba